21 abril, 2010

Secreto.


Y apenas lo dijo me encrespé.
Al principio no había entendido de qué estaba hablando, pero hasta a ella le temblaba la voz hablando de eso.
No sabía cómo le afectaría el tema a él.
No se lo que piensa sobre esto.
Nunca lo hablamos.
Hace más de 4 años que conozco uno de sus secretos, y quizás también fue por eso que las cosas tomaron el curso que tomaron.
No me atreví a mirarlo por largo rato.
Quizás él notaría lo que yo intentaba esconder.
Mi curiosidad.
Cuando finalmente lo miré él tenía la mirada perdida en el vacío.
Muy pensativo.
¿Qué estaría pensando?
Pues claro que pensaba en eso, pero... ¿qué se siente?
Cuando yo supe intenté no parecer muy alarmada ni sorprendida.
Me imaginé que debería ser vergonzoso, además, la mayoría no tiene ni idea de lo que realmente ocurre en su vida.
Pasa desapercibida.
Por lo menos la mayoría del tiempo.
Hasta cuando vamos a su casa.
Ahí ya se entrevé algo.
No recuerdo decírselo a alguien.
Recuerdo haber titubeado.
Pero no revelado.
Y no lo voy a hacer.
Porque por más que aún me cueste mirarte cuando me hablas, te respeto.
Y no creo que alguien en su vida podría hacer algo tan indigno.
¿Cuán caro es el silencio?
Tu secreto no va a escaparse de mis labios.
Por más que me pregunten o sugieran.
Te respeto.