25 diciembre, 2012

Decepción.


Estoy profundamente decepcionada de ti.
Muy decepcionada.
Siempre te he apoyado.
En todo.
Incluso cuando muchos no lo hicieron y creían que eran estupideces.
Yo siempre estuve allí.
Pero ahora me encuentro con que no has aprendido nada.
No te atreves a seguir ningún impulso propio, sólo sigues los ajenos.
No tienes conciencia ni discernimiento propio lo suficientemente adiestrado para poder valerte individualmente.
Ahí te quedaste y no te moviste.
No tienes intenciones de hacerlo tampoco.
Realmente me decepciona y enardece.
Te inunda la flojera.
¡Hazte responsable!
¡Despierta de una vez!
¿Dónde crees que vives, en una burbuja?
¡Por favor!

08 diciembre, 2012

Gravedad.


En estos momentos todas las cosas están flotando en el aire.
Flotando, esperando concretarse en algo para caer al suelo.
Incluyéndote a ti.
Hasta el momento has pasado desapercibido, has cubierto tus pasos tras de ti muy cuidadosamente, pero yo me encargaré de resolver todo antes de irme.
Sí que lo haré.
Ya tengo todo muy claro desde hace mucho.
Creo que tú no lo sabes.
Pero, de nuevo, yo sí lo sé.
Pista por pista voy descubriendo cosas que ni me imaginaba.
Caras vemos, pero corazones no conocemos.
No te basta.
Siempre quieres más.
Aún así, no me preocupa.
Todo se paga en vida.
Y esto no es una de esas cosas que quedan sin saldar.

Voy a seguir.
Voy a hacerlo todo hasta el final.
Voy a descubrirlo todo.
Todo quedará a la luz.

Todo caerá por su propio peso.
Porque yo voy a traer la gravedad que hace falta.