23 marzo, 2010

Te perdono.

Eduardo.

Entiendo que quizás no entiendas esto, ni nada de lo que te diga.
Pero me es necesario creer que estás consiente de esto para poder hacerlo.
Entiendo.
Entiendo todo.
Entiendo cómo se siente y lo que se piensa.
Entiendo cómo uno razona.
Entiendo tu situación.
Alguien me dijo que no es bueno vivir con rencor por el más mínimo tiempo.
Y es verdad.
Es agotante.
Quizás no entiendas por qué te perdono, o de qué.
Pero, te perdono.
Y quizás nunca lo entiendas, pero no importa.
Te perdono.
Quizás no pueda mirarte o hablarte aún, o dejar de evitarte, pero cree que lo intento.
No te atrevas a forzarme.
Te perdono por lo que me hiciste sentir.
Y aunque nunca llegues a saber todo lo que hice para aguantar, te perdono.

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