09 mayo, 2011

Tregua.


Se veía incómodo, fuera de lugar, pero no le di importancia.
Días pasaron y el mensaje llegó.
Me sorprendía bastante, aunque nuevamente, nunca tanto, ya que suele usar esa vía para decirme cosas de las que no se atreve a decir en frente mío.
Simplemente dijo que se sentía mal por volver a tocar el tema, pero que era la última vez que lo haría.
Dijo que prácticamente había perdido 6 años de su vida, para luego recibir 3 meses de felicidad que aparentemente no valieron la pena.
Dijo que quiso volver al pasado y aceptar la invitación de irse con Lukas, cuando él se fue. Pero como ya vemos, nada de eso pasó.
Dijo que luego se dio cuenta de que esos 3 meses sí valieron la pena, y que nunca tuvo la oportunidad de darme las gracias por eso.
Dijo que por mucho que hablen, no va a caer en el juego. No quiere nada más que apoyarme y ser mi amigo.
Dijo que lamentaba haberme hecho sufrir.
Eso dijo.
No lo respondí porque la verdad me dolía la cabeza de solo volver a tocar el tema.
Aún así no sé si hoy habrá creído que no la leí.

Este es el momento en el que me alegro.
Me alegro de que Eduardo pueda tener una vida, ya que conmigo nunca tuvo esa vida.
La vio venir, la vio suya, pero nunca lo fue.
Fue un sueño, sólo una ilusión, un deseo de lo que él quería que fuera.
Al parecer yo sin querer, se la destruía.
Y así es como son las cosas.
Nunca iba a tener una vida, y ahora sí.
Esto es lo sano.
Cada uno solo.
Aunque la verdad, espero que él no esté solo.
Espero que mire a esa niña y le diga lo que siente.
Espero que esa niña lo mire y piense lo mismo.
Espero.
No puedo hacer nada más que esperar.
Después de todo lo que pasamos, de la infinita, estúpida, arrogante, insuficiente, casi romántica historia que pasamos, no puedo odiarlo.
Porque también me odiaría a mí misma.
Así es como son las cosas.

Justo ahí, al día siguiente, en medio de toda la muchedumbre, entre gritos y risas.
Justo ahí me di cuenta.
Él acaba de encontrar lo que fue su tregua.
Yo fui su tregua.
Dios mío, yo fui su tregua.

Esta es la última vez que hablaré de Eduardo en este blog.
Marquen mi palabra, que esto se acabó.