Juegas conmigo.
Pero no sé si juegas en serio.
Yo juego por jugar, pero me estás empezando a confundir.
No hagas como que no sabes de qué hablo.
Juegas y lo sabes.
No me tomes la mano si no lo haces.
Pero me la tomaste fuerte, y entre cada dedo mío pusiste uno tuyo.
Esto es un juego y en los juegos el perdedor es un caballero.
Retírate ahora si no vas a jugar limpio.
No quiero que me intentes confundir.
Las reglas son claras.
Juega limpio o no juegues.
Ahora, por favor, dime: ¿qué recibo si gano?