Ninguna lo entendería.
Sólo ella lo entendería, y la verdad, no he podido decírselo.
Nadie apoya, sólo presionan.
Tengo que decírtelo pero... no puedo.
No puedo.
No puedo.
No puedo.
Cada vez que abro la boca, mi garganta se seca, el aire se vuelve pesado, mis rodillas flaquean.
No puedo decírtelo.
Siento que me atraganto.
No puedo hablar.
No puedo.