04 septiembre, 2016
Tóxicos.
No me gustan estos amigos.
Estos que te están sonriendo y puedes ver cómo les salen tics en la cara de lo falsos que son.
Apenas te das vuelta ya están clavándole agujas a sus muñecas vudú.
¿Qué carajo pasó?
¿Cuándo empezaste a desearme mal?
Me gustaba más la fase en la que hacías como que me ignorabas, pero revisabas todo igual.
De vez en cuando escribías algo sarcástico y luego te retractabas con un "era broma".
Ahora simplemente ya no sirves de nada.
Ni de pantalla siquiera.
Si no quieres hacerte la confrontacional yo puedo ahorrarte la vergüenza y cantártelas toditas y cada una al frente de todos, y hasta ahí va a quedar todo.
Pero no pienses ni por un segundo que se me escapa aunque sea un cuadro de tu película mal dirigida de venganza.
Anda y habla mal de mí con todos.
Con lo que me importa.
Se quedarán los que valgan la pena y los que no, me harán un favor.
La puerta es ancha y está muy abierta.
Sólo te aviso que luego la cierro con pestillo, y no vas a volver a entrar aunque toques el timbre.
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