31 julio, 2012

Colisión.


No podía decirte que sí.
Ya sabía a lo que venías incluso antes de verte a los ojos.
Te iba a romper el corazón en mil pedazos, y por eso lo postergué y lo postergué y lo postergué...

Todos los eventos ocurren sucesivamente, uno tras otro, resultando en un mapa mas grande y se van armando y posicionando como una red que se enreda más y más, más y más, hasta que... la red se rompe.

Me sentí acorralada entre mis propias palabras.
Mi cabeza intentaba recordar qué era exactamente lo que había escrito, para no decir nada más ni nada menos que lo que ya estaba dicho.
El momento estaba allí, podía sentir como los labios exhalaban las palabras... Sí.
-No.

Por favor, te imploro que dejes de leer esto.
Nunca estuvo destinado para ti.
Si escribí alguna vez con tanta soltura y libertad no fue por egoísmo ni rabia, y no fue para atacarte en alguna manera.
Nunca lo escribí para ti.
Sólo es para mí.
Lo siento si te herí.

Esto es lo que pasa cuando dos cuerpos chocan.
Cuando dos cuerpos colisionan, dos corazones se rompen.