1. 2. 3.
Nada.
¿Acaso piensas lo mismo que ella?
Que ella.
Ella, que dice todo tan cordialmente.
Y de deja en el aire mucho más de lo que dice.
Odio caminar a mi casa ahora.
De ida o de vuelta.
No puedo evitar voltear la cabeza y buscar lo que no está.
Todo está cerrado.
Todo está cerrado.
Me gusta cuando las cortinas están cerradas.
Así sólo pienso que estás durmiendo.
Pero cuando están abiertas...