30 diciembre, 2010

Mascarada.



Te invito a mi mascarada.
Puedes inventar tu mejor cara.
Disfrazar tus penas de alegrías, maquillar de tranquilidad tu agonía.
Puedes inventar cualquier historia, dejar llover mentiras, todo mientras no se sepa la verdad.
Nadie sabe quién es quién en mi mascarada.
Pero todos saben que nada es verdad.
No es un engaño si todos saben, sino un complot para complacer a todos por igual.
Puedes ser lo que siempre has deseado, convertirte en lo que siempre quisiste.
Decir que has sido exitoso en todo lo que te propusiste, que conseguiste todo lo que quisiste.
Y todo será verdad, sólo por esa noche.
Ven a mi mascarada, y seamos lo que nunca seremos.
Ven a mi mascarada, y digamos lo que nunca decimos.
Ven a mi mascarada, y sintamos los que nunca sentimos.

Mi mascarada no durará mucho contigo.
No puedo seguir fingiendo que no te quiero golpear cada vez que te veo.
No puedo esconder este odio latente que siento hacia ti.
Sin embargo, tengo que soportar tu presencia todos los días, hora tras hora.
Viviendo bajo el mismo techo.
Traté de justificar tu comportamiento y tomarlo como algo normal.
Pero no es así, y no tengo por qué soportarlo.
Merezco más que eso.
Esto no lo vas a poder borrar con un "Discúlpame, por favor".
Tuviste innumerables oportunidades.
Me has envenenado con una rabia que se aferró a cada célula de mi corazón, hasta tornarlo negro.
Ese es tu logro, ¿estás contento?.

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