05 febrero, 2011

Remolino.



Siento que estoy en un remolino.
La corriente hace que vaya a lugares a los que no debo ir.
Decir cosas que en realidad no debo decir.
Hacer cosas que no debo hacer.
La corriente es fuerte, ten cuidado, te lo advierto.
Trato de ir contra ella, pero pronto me llevará de cualquier manera.
Estás rebalsando el vaso, y mi paciencia se acaba.
En la cuerda floja las decisiones se precipitan, y no quiero hacer la equivocada.
Tensión, tensión.
Trato de mantenerlo todo así por ahora, como uniendo con las manos una copa rota.
Estás perdiendo la noción de las prioridades.
¿O es que yo estoy siendo egoísta?
No lo creo, pero aún así sigo cuestionándome.
¿Tan poco me estimas?
La verdad lo veía venir.
Trata de contradecirme, pero ambos lo sabemos.
Realmente me equivoqué, y nada de esto es tu culpa.
La ilusa en la historia soy yo.
Qué pena, ¿no?.

2 comentarios:

Mariana dijo...

Vaya, este escrito... Es un tanto confuso, e incluso profundo. Es algo sublime, y enredado, al igual que mi comentario. En todo caso, me encntó, tienes un don. Sigue escribiendo, amiga.
¡Un beso!

Anónimo dijo...

¡Gracias!

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