06 mayo, 2011

Escondida.


Con la cabeza bajo tierra.
Sin querer ver nada.
Nada de nada.
Váyanse, les dice inútilmente.
Pero ellos siguen allí.
Si no se ve, no está allí, se repite a sí misma.
Pero no, ellos siguen allí.
¿Cuándo acabará este juego estúpido e infantil que insisten en jugar?
Todos los días se ponen sus máscaras de bastardos y hacen su mejor esfuerzo en arruinarse la vida mutuamente.
Insana inmadurez.
Y yo con la cabeza escondida.
Eso no me deja mejor posicionada que ellos.
Aguanta, se dice a sí misma.
Pero en la oscuridad de la tierra ve todo negro.

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