Podía haber dicho muchas cosas.
O sólo abrir la boca, en realidad.
Pero la verdad es que me sentía mejor sin moverme.
Sin mirar nada en especial.
Sin pensar en algo en específico.
Sin hacer absolutamente nada.
Pero no podía quedarme sin pensar por mucho tiempo.
Mi cabeza rebobinaba y volvía a reproducir momentos completos en mi cabeza, imitando al pie de la letra las expresiones y gestos que él ocupaba, las palabras que ella me dijo, las miradas que me dieron, todo.
Lo veía todo corriendo nuevamente frente a mis ojos.
Y sin saberlo, había pasado una hora.
Y no me molestó en absoluto.
Y no me preocupó para nada.
Sólo... seguí viviendo eso de nuevo.
Y de nuevo.
Y de nuevo.
Hasta que llegó ese momento.
Aquel del que nunca he hablado con nadie.
Aquel que bloqueé en el lugar más cerrado de mi cabeza.
Aquel que me obligué a olvidar por más de 10 años.
Ese momento.
El corazón me latía fuertemente.
Sentía que alguien se sentaba en mi pecho.
No podía mover mis manos.
Con suerte respiraba.
Y así lo viví nuevamente.
Pasó completo frente a mis ojos.
Hasta que ocurrió algo que yo no recordaba.
Algo que cambiaba bastante las cosas.
Recordaba mis pensamientos de ese entonces.
Podía recordar perfectamente lo que me cruzaba la cabeza en ese instante.
Y entonces caí en cuenta de que quizás lo había etiquetado mal.
Quizás yo era muy pequeña para entenderlo.
O quizás él creyó que yo lo era y que no lo recordaría después.
Pero lo que sí recuerdo es que... me escondí.
Me escondí hasta que se fue.
Lo podía escuchar llamando mi nombre.
Pero me tapé los oídos.
Y podía escuchar mi corazón desbocado.
Las manos me temblaban.
Y temblaron hasta que me quedé dormida.
Esa fue la última vez.
Pero es este silencio que a veces me consume el que me lleva a esconderme.
Mi corazón ya no corre ni grita, ahora sólo dice: "ya pasó".
Sólo tú y yo sabemos esto.
Nadie lo sabrá de mi boca mientras viva.
Sólo quiero borrar ese recuerdo.
Quiero sacarlo, arrugarlo, romperlo, matarlo, quemarlo.
Pero este silencio maldito me lo susurra todas estas noches.
Me susurra: "Él ya se olvidó".
Sí, es cierto.
Él ya se olvidó.
Pero yo aún lo recuerdo todo.